terça-feira, 25 de maio de 2010

Elegia; porque no soy un guerrero de luz... - Eric Antonio Garcia Abreu

Corria el año 1974, fecha gloriosa para mi pais, pues concomitantemente se celebraban los dos acontecimientos populares mas famosos de su historia, por un lado se celebraban los XII Juegos Centro Americanos y del Caribe, y 7 Dias con el Pueblo, festival de musica, y por donde desfilaron Silvio Rodriguez, Pablo Milanes, Mercedes Sosa, Los Guaraguaos, entre otros. Pero tambien fue el año en que mi hogar se mancho con la ausencia de nuestro padre...

Padre habia fracasado en dos negocios de exportacion de telas, sumado al astio, asumimos que eso quebranto su relacion. Yo tenia 13 años de adad.

De dia, madre era la contable de la Clinica Abreu, de noche era costurera y de madrugada madre planchaba. Fueron tiempos duros, la sombra de las limitaciones se aposentaban en nuestras paredes memoriales. Mientras mi ciudad cantaba y bailaba, nosotros sufriamos la desolacion de un hogar que ya nunca mas pudo ser restaurado.

No obstante a todo esto, yo y mis hermanos podemos decir que somos hijos del amor, fuimos el divino producto de un amor sin par, pues para nuestros padres, fuimos y somos sus piezas sagradas.

Nuestros padres nos mantuvieron alejados de sus desavenencias conyugales y se tornaron mas bondadosos, se habrio un puente de comunicacion y misericordia entre todos nosotros.

Ya en el 1977, padre logro realizar el sueño de todo hombre arabe, poder regresar a la tierra de sus antepasados con sus hijos, y poder realizar la elegia, rito familiar libanes del norte, muy arraigado en nuestras familias y clan.

Este rito iniciatico formado por dos partes, (solo puedo hablarles de la primera parte, no estoy autorizado para hablar de la segunda, pero para que no se queden en ascuas, se trata sobre la muerte), consiste en una reunion donde varios padres vestidos de blanco marfil, y rodeados de muchos lirios e insienso de sandalo van llamando de manera sonora los nombres de sus hijos, nosotros vamos corriendo a juntarnos con nuestros padres, estos nos entregan tres telas con tres palabras impresas, nosotros debemos escojer una, la que mas nos guste, y ahi se incia la primera parte del rito en cuestion - yo tome la palabra: IMPECABLE, mi hermano tomo la palabra: SABIDURIA, y mi hermana tomo la palabra: PACIENCIA. Luego nos embarran la frente con barro rojo, nos entregan una arma y se llama al frente a todos los hijos, muchachos y muchachas somos iniciados en el rito mas hermoso de la tierra, LA ELEGIA DE LOS VENCEDORES!!! Nos quitan las espadas y nos dan lirios, y nos dicen: NI BLANCO NI NEGRO, NI MUSULMAN NI CATOLICO; USTEDES SON HOMBRES DE LA TIERRA, LA FRONTERA ES UNA PALABRA, USTEDES SON HORIZONTES, Y COMO HORIZONTES QUE SON TODO LO QUE SUS OJOS PUEDAN ABARCAR ES DE USTEDES...

Terminado esto, nuestro padrino de ceremonia nos lee los 22 mandamientos del PACIFISTA ESPIRITUAL, donde dejamos la guerra y encendemos la luz. Con sus permisos les enunciare de manera somera en que consisten estos simples mandamientos:

1.- La conquista sobre uno mismo, y la conquista de nuestro territorio interno,

2.- Alcanzar la libertad interna y evolucionar conscientemente,

3.- Cultivar nuestro temple-, ni rigido ni compulsivo,

4.- Alcanzar la paz interior,

5.- El animo siempre vivo, siempre alerta,

6.- El pacifista explora todas las posibilidades,

7.- Toma la vida como una sagrada muestra del gran poder de Dios,

8.- Siempre ser util, nunca apartarse,

9.- No crear resistencia,

10.- Jamas auto-engañarse, eso es bruma,

11.- Alternar sensibilidad y coraje,

12.- Mantener la mente limpia,

13.- Valorar la inteligencia pura,

14.- Aprender a estar con uno mismo en serenidad,

15.- Ver en las dificultades oportunidades de oro,

16.- RESPETARSE,

17.- Aprender a considerar a los demas, pero le es indiferente si el otro lo considera o no,

18.- El pacifista espiritual hace su sendero de MOMENTOS...,

19.- Multiplica la paciencia,

20.- No alimenta ilusiones,

21.- No equivoca a los demas, no falsea ni juega con la sabiduria, y

22.- El pacifista espiritual es un peregrino en la via lactea hacia el conocimiento, y eso el lo sabe muy bien...

Despues de terminada la ceremonia nos damos un enorme abrazo entre todos, nos damos nuestras direcciones, nuestras ropas, todo...- Aquello levita en su totalidad, nos convertimos en PACIFISTAS ESPIRITUALES, ya no somos nunca mas guerrero de nada, ya somos los dueños y soberanos del amor y del tiempo...

Debo decir, ya por ultimo, que aunque he pisado, visto y estado en tres continentes diferentes, aunque he visto el real santo sudario, exposiciones de Dali y Picasso, aunque he estado en los conciertos de las bandas de rock mas famosas de la tiera, aunque me siento muy orgulloso de ser dominicano, de haber enterrado con mis propias manos a mi madre, y de haber estado presente en el nacimiento de mi joya amada, mi hija Erica, nada, adsolutamente nada es mas grande que el amor y la veneracion que siento por mi padre...

Muchas gracias por su paciencia, deseo no haberlos cansado, y pido disculpas por haber hablado de mi, - no volvera a suceder, os prometo.

Sean todos bendecidos...

Para mi hija Erica, mis sobrinas Sarha y Soraya, y para todos mis primos, Zahira y Richard Brador Tactuk, para mi primo mas querido, Geral Lemoinne silie, y para mi hermano Alfredito, quien me consiguio la autorizacion para poderos contar esto, a todos ellos, un lirio encendido, un pedazo de cedro, y mi vida misma...

Eric Antonio Garcia Abreu

Fonte: http://corazonacorazon.ning.com/profiles/blogs/elegia-porque-no-soy-un-1


sexta-feira, 21 de maio de 2010

El Salto de un Conejo - Fr. Tomás Del Valle-Reyes

Cuenta una antigua leyenda hindú que los dioses visitaron la tierra y cada uno de los animales del bosque se preparó para hacerles una ofrenda; y así la vaca les obsequió un gran valde de leche, el lobo un trozo de carne, el oso un panal de miel. Los dioses realizaban su visita muy complacidos por el esfuerzo que cada animal les ofrecía. Al caer la noche, ya cansados, llegaron a la morada del conejo. Cuán grande fue su sorpresa al observar a este animal, cómodamente esperándolos junto a una hoguera, sin tener a la vista ninguna ofrenda que hubiera preparado para ellos. Los dioses, un poco molestos, le reclamaron: "¿Acaso no tienes nada para nosotros?", y sonriendo el conejo, en respuesta, les pidió que se instalaran alrededor y que descansaran, pues les tenía preparada una sorpresa y deseaba sinceramente agradarlos; una vez que los dioses tomaron asiento, el conejo inició su discurso: "Es un honor para mí tenerlos aquí; busqué en todo el bosque algo que fuera digno de ustedes, pero lo que pude hallar se me hizo insignificante para los creadores de todo y se me ocurrió que a estas horas de la noche debían estar hambrientos..Les quiero entregar lo más valioso para mí, mi única ofrenda, en reconocimiento a la belleza de su creación". Y de un salto se metió a la hoguera para servirles de alimento. Los dioses quedaron asombrados de su gran generosidad y en premio lo rescataron de las llamas y le dijeron: "De hoy en adelante, conejo, vivirás en la cara luminosa de la luna para que todos aquellos que la observen, recuerden que la principal característica del amor es la entrega total".

Desde entonces, si usted observa detenidamente la luna llena, identificará a un conejo en posición de saltar, recordándonos con esta imagen que el amor debe ser incondicional.

-¿Cómo podría explicar el amor incondicional? -El amor, más que enunciativo, debe ser demostrativo. -¿Qué acciones realiza para mostrar su amor a los que ama? -¿Qué sería usted capaz de hacer por los seres que ama? -¿Todos los días se da usted la oportunidad de manifestar su amor a los demás?

El amor incondicional es amar a otro ser sin condición alguna.

Desafortunadamente nuestra mezquindad nos lleva a racionalizar el amor: si tú me das, yo te doy; si cumples con ciertas condiciones, yo te amaré; si tú eres atento, yo seré atento; si tú me cuidas, yo te cuido; si tú eres cariñoso, yo seré cariñoso. Y así, vamos reglamentando lo que nuestro corazón siente o debe sentir por otra persona.

La expresión más sublime del amor incondicional es la de una buena madre, la cual, sin importar las características de su hijo, le seguirá amando. De hecho, las visitas más frecuente que reciben los presos en las cárceles, son las de sus propias madres. Si se hiciera una competencia de generosidad y participaran las madres de América Latina, indiscutiblemente ganarían el primer lugar. En cambio, en la relación pareja es en donde usualmente se encuentran las máximas manifestaciones de amor condicional, inclusive se llega a amar a un ser que no existe. Así, encontramos las expresiones: "La amaría si fuera capaz de cambiar, de ser más amable, cortés, puntual, dejara de fumar, beber, etcétera". Se llega a amar a un fantasma del debe ser, pero al que es real no lo logramos aceptar.

La Madre Teresa de Calcuta definía al amor limitado como aquel que está condicionado a que el otro te ame; en cambio, el amor ilimitado se basta a sí mismo. Así, encontramos el testimonio de las Misioneras de la Caridad entregándose sin condición alguna a seres que tal vez jamás les podrán agradecer su bondad: enfermos de SIDA, niños descerebrados, moribundos de lepra. A todos ellos se entregan en un acto sublime que Dominique Lapierre, al no saber qué calificativo usar para describir la entrega de estos seres extraordinarios, les llama Más grandes que el amor.

Lo invito a que identifique al conejo que aparece en la cara luminosa de la luna y cada vez, que desee recordar qué es el amor, recuerde la generosidad del conejo que ofreció su propia vida para demostrar lo que sentía.

Fr. Tomás Del Valle-Reyes

325 west 38th Street Suite 206

New York, NY 10018

212-244-4778

Español: www.Descubriendoelsiglo21.com

English: www.Discovering21century.com