Uma janela para a religião - textos sobre espiritualidade, em especial aqueles relacionados com a Umbanda
quinta-feira, 11 de novembro de 2010
El Problema
Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.
Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-.Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescuray la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer?¿Cuál sería el enigma?.
Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al maestro y a los alumnos, caminó resueltamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.
¡Al fin alguien que lo hizo! -exclamó el Gran Maestro-. Empezaba adudar de la formación que les hemos dado en todos estos años...usted es el nuevo guardián.
Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:
Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema".
No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.
Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad..."Solo existe una manera de lidiar con un problema: ¡atacándolo defrente!". En estas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. Recuerda que un problema, siempre es un problema. No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que...
"UN PROBLEMA".
Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. No huyas de él... No lo escondas...¡Acaba con él!.
Padre Tomas Del Valle-Reyes
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quarta-feira, 6 de outubro de 2010
Gautama - Rabindranat Tagore
Ya el sol se había puesto entre el enredo del bosque sobre los ríos.
Los niños de la ermita habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego, oyendo a su maestro Gautama, cuando llegó un niño desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras una profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:
-Señor Gautama, vengo a que me guíes por el Sendero de la Verdad. Me llamo Satyakama.
-Bendito seas -dijo el Maestro- ¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría.
Contestó el niño: No sé de qué casata soy, Maestro; pero voy a preguntárselo a mi madre.
Se despidió Satyakama, cruzó el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea ya dormida.
La lámpara iluminaba débilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando la vuelta de su hijo.
Lo cogió contra su pecho, lo besó en la cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.
¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño- Porque me ha dicho el señor Gautama que sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría.
La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente: Cuando joven yo era pobre y conocí muchos amos. Sólo puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido.
Los primeros rayos del sol ardían en la copa de los árboles de la ermita del bosque. Los niños, aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados ante su Maestro, bajo un árbol viejo.
Llegó Satyakan, le hizo una profunda reverencia al Maestro y se quedó de pie en silencio.
Dime -le preguntó el Maestro- ¿Sabes ya de qué casta eres?
Señor -contestó Satyakama-, no sé. Mi madre me dijo: Yo conocí muchos amos cuando joven y tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido.
Entonces se levantó un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre.
Pero el Maestro Gautama se levantó, trajo al niño con sus brazos hasta el pecho, y le dijo:
"Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío; porque tienes la herencia más noble, que es de la verdad".
Rabindranat Tagore, in
Fr. Tomas Del Valle-Reyes
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quarta-feira, 15 de setembro de 2010
Paradigmas - Fr. Tomas Del Valle-Reyes
Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron.
Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato.
Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería:
"No se, las cosas siempre se han hecho así, aquí..."
¿Te suena conocido?
No pierdas la oportunidad de pasar esta historia a tus amigos, para que, de una o de otra manera, se pregunten a qué paradigma social respondemos y por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si a lo mejor las podemos hacer de otra.
Fr. Tomas Del Valle-Reyes
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No olvides de sintonizar el programa de radio esta noche de 8-9PM hora local de New York por la WPAT 930AM en tu Dial o por Internet http://www.wpat930am.com/ donde quiera que te encuentres.
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terça-feira, 25 de maio de 2010
Elegia; porque no soy un guerrero de luz... - Eric Antonio Garcia Abreu
Corria el año 1974, fecha gloriosa para mi pais, pues concomitantemente se celebraban los dos acontecimientos populares mas famosos de su historia, por un lado se celebraban los XII Juegos Centro Americanos y del Caribe, y 7 Dias con el Pueblo, festival de musica, y por donde desfilaron Silvio Rodriguez, Pablo Milanes, Mercedes Sosa, Los Guaraguaos, entre otros. Pero tambien fue el año en que mi hogar se mancho con la ausencia de nuestro padre...
Padre habia fracasado en dos negocios de exportacion de telas, sumado al astio, asumimos que eso quebranto su relacion. Yo tenia 13 años de adad.
De dia, madre era la contable de la Clinica Abreu, de noche era costurera y de madrugada madre planchaba. Fueron tiempos duros, la sombra de las limitaciones se aposentaban en nuestras paredes memoriales. Mientras mi ciudad cantaba y bailaba, nosotros sufriamos la desolacion de un hogar que ya nunca mas pudo ser restaurado.
No obstante a todo esto, yo y mis hermanos podemos decir que somos hijos del amor, fuimos el divino producto de un amor sin par, pues para nuestros padres, fuimos y somos sus piezas sagradas.
Nuestros padres nos mantuvieron alejados de sus desavenencias conyugales y se tornaron mas bondadosos, se habrio un puente de comunicacion y misericordia entre todos nosotros.
Ya en el 1977, padre logro realizar el sueño de todo hombre arabe, poder regresar a la tierra de sus antepasados con sus hijos, y poder realizar la elegia, rito familiar libanes del norte, muy arraigado en nuestras familias y clan.
Este rito iniciatico formado por dos partes, (solo puedo hablarles de la primera parte, no estoy autorizado para hablar de la segunda, pero para que no se queden en ascuas, se trata sobre la muerte), consiste en una reunion donde varios padres vestidos de blanco marfil, y rodeados de muchos lirios e insienso de sandalo van llamando de manera sonora los nombres de sus hijos, nosotros vamos corriendo a juntarnos con nuestros padres, estos nos entregan tres telas con tres palabras impresas, nosotros debemos escojer una, la que mas nos guste, y ahi se incia la primera parte del rito en cuestion - yo tome la palabra: IMPECABLE, mi hermano tomo la palabra: SABIDURIA, y mi hermana tomo la palabra: PACIENCIA. Luego nos embarran la frente con barro rojo, nos entregan una arma y se llama al frente a todos los hijos, muchachos y muchachas somos iniciados en el rito mas hermoso de la tierra, LA ELEGIA DE LOS VENCEDORES!!! Nos quitan las espadas y nos dan lirios, y nos dicen: NI BLANCO NI NEGRO, NI MUSULMAN NI CATOLICO; USTEDES SON HOMBRES DE LA TIERRA, LA FRONTERA ES UNA PALABRA, USTEDES SON HORIZONTES, Y COMO HORIZONTES QUE SON TODO LO QUE SUS OJOS PUEDAN ABARCAR ES DE USTEDES...
Terminado esto, nuestro padrino de ceremonia nos lee los 22 mandamientos del PACIFISTA ESPIRITUAL, donde dejamos la guerra y encendemos la luz. Con sus permisos les enunciare de manera somera en que consisten estos simples mandamientos:
1.- La conquista sobre uno mismo, y la conquista de nuestro territorio interno,
2.- Alcanzar la libertad interna y evolucionar conscientemente,
3.- Cultivar nuestro temple-, ni rigido ni compulsivo,
4.- Alcanzar la paz interior,
5.- El animo siempre vivo, siempre alerta,
6.- El pacifista explora todas las posibilidades,
7.- Toma la vida como una sagrada muestra del gran poder de Dios,
8.- Siempre ser util, nunca apartarse,
9.- No crear resistencia,
10.- Jamas auto-engañarse, eso es bruma,
11.- Alternar sensibilidad y coraje,
12.- Mantener la mente limpia,
13.- Valorar la inteligencia pura,
14.- Aprender a estar con uno mismo en serenidad,
15.- Ver en las dificultades oportunidades de oro,
16.- RESPETARSE,
17.- Aprender a considerar a los demas, pero le es indiferente si el otro lo considera o no,
18.- El pacifista espiritual hace su sendero de MOMENTOS...,
19.- Multiplica la paciencia,
20.- No alimenta ilusiones,
21.- No equivoca a los demas, no falsea ni juega con la sabiduria, y
22.- El pacifista espiritual es un peregrino en la via lactea hacia el conocimiento, y eso el lo sabe muy bien...
Despues de terminada la ceremonia nos damos un enorme abrazo entre todos, nos damos nuestras direcciones, nuestras ropas, todo...- Aquello levita en su totalidad, nos convertimos en PACIFISTAS ESPIRITUALES, ya no somos nunca mas guerrero de nada, ya somos los dueños y soberanos del amor y del tiempo...
Debo decir, ya por ultimo, que aunque he pisado, visto y estado en tres continentes diferentes, aunque he visto el real santo sudario, exposiciones de Dali y Picasso, aunque he estado en los conciertos de las bandas de rock mas famosas de la tiera, aunque me siento muy orgulloso de ser dominicano, de haber enterrado con mis propias manos a mi madre, y de haber estado presente en el nacimiento de mi joya amada, mi hija Erica, nada, adsolutamente nada es mas grande que el amor y la veneracion que siento por mi padre...
Muchas gracias por su paciencia, deseo no haberlos cansado, y pido disculpas por haber hablado de mi, - no volvera a suceder, os prometo.
Sean todos bendecidos...
Para mi hija Erica, mis sobrinas Sarha y Soraya, y para todos mis primos, Zahira y Richard Brador Tactuk, para mi primo mas querido, Geral Lemoinne silie, y para mi hermano Alfredito, quien me consiguio la autorizacion para poderos contar esto, a todos ellos, un lirio encendido, un pedazo de cedro, y mi vida misma...
Eric Antonio Garcia Abreu
sexta-feira, 21 de maio de 2010
El Salto de un Conejo - Fr. Tomás Del Valle-Reyes
Cuenta una antigua leyenda hindú que los dioses visitaron la tierra y cada uno de los animales del bosque se preparó para hacerles una ofrenda; y así la vaca les obsequió un gran valde de leche, el lobo un trozo de carne, el oso un panal de miel. Los dioses realizaban su visita muy complacidos por el esfuerzo que cada animal les ofrecía. Al caer la noche, ya cansados, llegaron a la morada del conejo. Cuán grande fue su sorpresa al observar a este animal, cómodamente esperándolos junto a una hoguera, sin tener a la vista ninguna ofrenda que hubiera preparado para ellos. Los dioses, un poco molestos, le reclamaron: "¿Acaso no tienes nada para nosotros?", y sonriendo el conejo, en respuesta, les pidió que se instalaran alrededor y que descansaran, pues les tenía preparada una sorpresa y deseaba sinceramente agradarlos; una vez que los dioses tomaron asiento, el conejo inició su discurso: "Es un honor para mí tenerlos aquí; busqué en todo el bosque algo que fuera digno de ustedes, pero lo que pude hallar se me hizo insignificante para los creadores de todo y se me ocurrió que a estas horas de la noche debían estar hambrientos..Les quiero entregar lo más valioso para mí, mi única ofrenda, en reconocimiento a la belleza de su creación". Y de un salto se metió a la hoguera para servirles de alimento. Los dioses quedaron asombrados de su gran generosidad y en premio lo rescataron de las llamas y le dijeron: "De hoy en adelante, conejo, vivirás en la cara luminosa de la luna para que todos aquellos que la observen, recuerden que la principal característica del amor es la entrega total".
Desde entonces, si usted observa detenidamente la luna llena, identificará a un conejo en posición de saltar, recordándonos con esta imagen que el amor debe ser incondicional.
-¿Cómo podría explicar el amor incondicional? -El amor, más que enunciativo, debe ser demostrativo. -¿Qué acciones realiza para mostrar su amor a los que ama? -¿Qué sería usted capaz de hacer por los seres que ama? -¿Todos los días se da usted la oportunidad de manifestar su amor a los demás?
El amor incondicional es amar a otro ser sin condición alguna.
Desafortunadamente nuestra mezquindad nos lleva a racionalizar el amor: si tú me das, yo te doy; si cumples con ciertas condiciones, yo te amaré; si tú eres atento, yo seré atento; si tú me cuidas, yo te cuido; si tú eres cariñoso, yo seré cariñoso. Y así, vamos reglamentando lo que nuestro corazón siente o debe sentir por otra persona.
La expresión más sublime del amor incondicional es la de una buena madre, la cual, sin importar las características de su hijo, le seguirá amando. De hecho, las visitas más frecuente que reciben los presos en las cárceles, son las de sus propias madres. Si se hiciera una competencia de generosidad y participaran las madres de América Latina, indiscutiblemente ganarían el primer lugar. En cambio, en la relación pareja es en donde usualmente se encuentran las máximas manifestaciones de amor condicional, inclusive se llega a amar a un ser que no existe. Así, encontramos las expresiones: "La amaría si fuera capaz de cambiar, de ser más amable, cortés, puntual, dejara de fumar, beber, etcétera". Se llega a amar a un fantasma del debe ser, pero al que es real no lo logramos aceptar.
La Madre Teresa de Calcuta definía al amor limitado como aquel que está condicionado a que el otro te ame; en cambio, el amor ilimitado se basta a sí mismo. Así, encontramos el testimonio de las Misioneras de la Caridad entregándose sin condición alguna a seres que tal vez jamás les podrán agradecer su bondad: enfermos de SIDA, niños descerebrados, moribundos de lepra. A todos ellos se entregan en un acto sublime que Dominique Lapierre, al no saber qué calificativo usar para describir la entrega de estos seres extraordinarios, les llama Más grandes que el amor.
Lo invito a que identifique al conejo que aparece en la cara luminosa de la luna y cada vez, que desee recordar qué es el amor, recuerde la generosidad del conejo que ofreció su propia vida para demostrar lo que sentía.
Fr. Tomás Del Valle-Reyes
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sábado, 20 de março de 2010
Por que nos tornamos os mensageiros dos medos e do caos? - Z.A. Feitosa
Espalhamos, apesar de tudo, dezenas de queixas, semeamos o temor, e vociferamos centenas de reclamações, difamamos sem cuidado a tudo e a todos. Não sobrou nada de bom ou ninguém bom neste mundo? Acaso não somos mais dignos nem bons? Acaso nossos filhos, parte do mundo que maldizemos ou protagonistas das circunstâncias que maldamos, deixaram de ser bons nem são mais dignos do nosso respeito? Por que não enxergamos mais a esperança que brilhava nos olhos de nossos filhos, enquanto embalávamos seus corpos frágeis nos braços de nossa amorosa paternidade? Ou amamentávamos suas almas nos seios miraculosos de nossa generosa maternidade?
Não ouvimos, faz tempo, as cantigas que falam da beleza simples das flores, esperanças dos frutos; dos risos das nossas crianças, sementes da humanidade; e da doçura sem par do mel, que as abelhas fabricam na escuridão das colmeias. Paremos um pouco para reparar como são frágeis suas asas e pequenos os seus corpos, mas mesmo assim elas descomedidas voam na luz das manhãs na busca das flores, alheias ao fato de que os homens, que já não tecem sonhos, saquearão suas moradas, favo doce favo, para adoçar os medos nas manhãs cinza das cidades onde cultivamos nos canteiros de nossas bocas as palavras do desamor.
Será que todas as flores do mundo murcharam em nossas tristezas? Os frutos da nossa bondade apodreceram nos ramos de nossa intolerância. Não custa abrir o coração, de quando em quando, por mais dura que esteja sua casca. A romãzeira protege o arilo polposo que envolve as sementes com duro envoltório, mas se fende magicamente ao sol quando esta amadurecida. Quando a bondade de Deus há de madurar de todo em nós?
Se nós fomos capazes de gestar em nossas almas o belo menino e a encantadora menina, que chamamos de filho e filha, por que nos tornamos inábeis para conceber em nossos corações, porta-voz humano da alma divina, os bons sonhos e as novas esperanças, se Deus nos deu o dom de tecer nossos futuros de forma tão simples, a partir de pensamentos e de palavras?
Tiremos, por um momento, os olhos da televisão que alardeia crises, fechemos nossos ouvidos para as notícias do rádio, cerremos os olhos para as letras do jornal; todos parecem destacar ou agigantar tragédias para alimentar nossos temores atávicos. Fixemos nosso olhar fastidioso, por um instante, num botão de flor. E, reparemos que a flor, mesmo sacudida pelos ventos e visitada também pelos insetos e, mesmo pasma de si, desabrocha por se lembrar de que guarda o sabor do novo fruto e a esperança da nova planta.
Z.A. Feitosa (in: Por falar em esprito - textos inspirados por Pai Joaquim de Aruanda)
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